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El desafío del instalador electricista en España y el futuro de la FP

En la compleja red de profesiones técnicas en España, el oficio del instalador electricista se destaca como una de las áreas de difícil ocupación. Esta situación, que afecta a varios oficios técnicos, plantea desafíos significativos en términos de formación, incorporación de jóvenes al mercado laboral y la demanda creciente de profesionales en el sector.

A pesar de la perspectiva prometedora que ofrecen áreas emergentes como el autoconsumo, las energías renovables y la recarga de vehículos eléctricos, resulta sorprendente observar la persistente escasez de profesionales en este campo. Esta paradoja se acentúa aún más considerando el potencial de crecimiento y desarrollo que estas áreas representan para el futuro.

Como divulgador de Formación Profesional (FP), he tenido la oportunidad de visitar numerosos Institutos de Educación Secundaria (IES) en todo el país. Si bien he percibido un interés latente y una cantera de talento joven, es evidente que muchos estudiantes aún no comprenden por completo las ventajas y oportunidades que brinda la formación en oficios técnicos, como la de un instalador electricista.

La importancia de la Formación Profesional

En gran medida, la falta de comprensión sobre las oportunidades y la calidad de la formación técnica pueden atribuirse a diversos factores. En primer lugar, existe un estigma arraigado que subestima la importancia y el potencial de las profesiones técnicas. Muchos jóvenes y sus familias suelen inclinarse hacia la educación universitaria, a menudo desestimando las posibilidades que ofrece la Formación Profesional.

Es esencial destacar la calidad y relevancia de la Formación Profesional en la actualidad. Los programas de FP se han modernizado y adaptado a las necesidades cambiantes del mercado laboral. En el caso del instalador electricista, la FP ofrece una formación integral, aportando conocimientos prácticos, habilidades técnicas y un enfoque orientado a la especialización en áreas como energías renovables, tecnologías de la información y comunicación aplicadas a la electricidad, entre otros.

Además, la Formación Profesional no solo ofrece un camino sólido para adquirir habilidades técnicas, sino que también garantiza oportunidades reales de empleo. Existe una demanda creciente de profesionales cualificados en sectores relacionados con la electricidad, y la falta de especialistas supone una oportunidad significativa para aquellos que optan por esta vía educativa.

El papel de las empresas y el Gobierno

Las empresas del sector tienen la responsabilidad de colaborar estrechamente con instituciones educativas para proporcionar programas de formación en línea con las necesidades reales del mercado laboral. La creación de alianzas entre empresas y centros de formación puede facilitar prácticas profesionales, acceso a tecnologías de vanguardia y una comprensión más profunda de las expectativas del campo laboral.

Asimismo, el Gobierno desempeña un papel crucial en la promoción y el apoyo a la Formación Profesional. Invertir en campañas de concienciación, ofrecer incentivos fiscales para empresas que contraten aprendices y mejorar la infraestructura educativa son pasos fundamentales para fomentar la valorización de las profesiones técnicas.

Pasión y vocación por las profesiones técnicas

En la búsqueda de satisfacción en el trabajo, la pasión y la vocación desempeñan un papel crucial. En el contexto de las profesiones técnicas, donde el conocimiento especializado y las habilidades prácticas son fundamentales, la ausencia de pasión puede traducirse en un desapego significativo, tanto para los profesionales establecidos como para aquellos que buscan ingresar en el campo.

Es desalentador observar cómo, en muchos casos, las entidades, empresas o asociaciones son dirigidas por individuos que carecen de un entendimiento profundo o un aprecio por los oficios técnicos. Esto se traduce en una gestión basada únicamente en aspectos meramente administrativos o financieros, sin considerar la esencia y la verdadera naturaleza de los oficios.

El distanciamiento de los líderes y directivos respecto a las bases técnicas de sus propias entidades es perjudicial para el sector en su conjunto. No solo limita el desarrollo de una visión integral y orientada al crecimiento sostenible, sino que también presenta un modelo desalentador para las generaciones más jóvenes.

Un desafío para el relevo generacional

Los jóvenes que se preparan para ingresar en estas profesiones técnicas se encuentran en una encrucijada. Si las entidades o empresas no valoran ni comprenden la esencia de los oficios, las expectativas de los jóvenes se ven reducidas a meramente una cuestión financiera. Esta carencia de visión y pasión por el oficio puede desalentar a los jóvenes que desean adentrarse en este campo.

La falta de pasión y vocación en la gestión y dirección de estas entidades no solo desanima a la nueva generación, sino que también erosiona la calidad y el prestigio de los oficios técnicos en su conjunto. La pasión no solo impulsa el compromiso y la excelencia en el trabajo, sino que también despierta la curiosidad y el deseo de innovar, algo fundamental en un mundo en constante evolución, como es el ámbito de la electricidad, las energías renovables y la tecnología aplicada.

Promover la vocación y la pasión por las profesiones técnicas implica un cambio cultural profundo. Es necesario reconocer y valorar la importancia de estos oficios, así como fomentar una dirección que se base no solo en criterios financieros, sino en el entendimiento, aprecio y desarrollo de las habilidades técnicas.

El futuro del sector técnico depende en gran medida de una transición generacional saludable, en la que los jóvenes no solo vean estas profesiones como una oportunidad económica, sino como un campo apasionante, desafiante y prometedor. La formación, el apoyo gubernamental y empresarial, y un cambio en la percepción social son fundamentales para inspirar a las generaciones venideras a comprometerse con estos oficios, garantizando así un relevo generacional sólido y con visión de futuro.

Conclusión

La escasez de instaladores electricistas y otros profesionales técnicos en un entorno donde las tecnologías emergentes y las energías renovables son el futuro plantea desafíos significativos para el mercado laboral y el crecimiento económico. La Formación Profesional emerge como una vía invaluable para satisfacer esta demanda y proporcionar a los jóvenes oportunidades prometedoras y estables en el mercado laboral.

Es fundamental seguir trabajando para cambiar la percepción social y educativa sobre las profesiones técnicas, destacando su importancia, potencial y las oportunidades laborales tangibles que ofrecen. La colaboración entre empresas, instituciones educativas y el Gobierno es clave para transformar esta realidad y aprovechar plenamente el potencial de la Formación Profesional en España.

08/11/2023Opinión Publicado en C de Comunicación material Eléctrico

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