Estoy emocionado de compartir con ustedes una experiencia verdaderamente inspiradora que tuve recientemente como divulgador de la Formación Profesional (FP).
Tuve el privilegio de acompañar a un grupo excepcional de alumnos y profesores del Institut Escola del Treball de Barcelona en una visita educativa a las instalaciones de ABB en Sant Quirze, Barcelona. Esta experiencia no solo fue educativa, sino que también fue un testimonio del poder de la colaboración entre la industria y la educación para impulsar el futuro de la automatización.
Como parte de la visita, los alumnos de los Ciclos Formativos de Grado Superior en Sistemas Electrotécnicos y Automatizados, así como en Automatización y Robótica Industrial, tuvieron la oportunidad única de sumergirse en el mundo de ABB, una multinacional líder en el sector de la automatización y la energía. Desde el momento en que llegamos, fuimos recibidos con calidez y entusiasmo, lo que marcó el comienzo de una jornada llena de aprendizaje y descubrimiento.
Durante nuestra visita, exploramos de primera mano las tecnologías innovadoras que están transformando la industria a nivel mundial. Desde sistemas de control inteligente hasta soluciones de robótica avanzada, cada paso que dimos nos acercó un poco más al futuro de la automatización industrial. Fue una oportunidad increíble para nuestros alumnos no solo ver la teoría en acción, sino también para comprender cómo se aplican sus conocimientos en un entorno empresarial real.
Lo que más me impresionó durante nuestra visita fue el compromiso de ABB con la educación y el desarrollo profesional. Nos brindaron una visión detallada de sus programas de formación interna, así como de las oportunidades de carrera disponibles para aquellos que desean destacarse en este campo emocionante y en constante evolución. Fue un recordatorio poderoso del valor de la formación continua y del aprendizaje práctico en el mundo laboral actual.
Para nuestros alumnos, esta experiencia fue mucho más que una simple visita educativa. Fue una oportunidad para inspirarse, para soñar en grande y para visualizar el papel que desempeñarán en el futuro de la automatización. Ver sus rostros iluminarse con curiosidad y emoción mientras interactuaban con las tecnologías de vanguardia de ABB fue verdaderamente gratificante y reafirmó mi creencia en el poder transformador de la educación.
En resumen, nuestra visita a ABB en Sant Quirze fue un testimonio del potencial ilimitado que surge cuando la educación y la industria se unen en colaboración.
Agradezco sinceramente a ABB por abrirnos sus puertas y por inspirarnos a todos a aspirar a lo mejor en nuestras carreras profesionales. Espero con ansias futuras oportunidades de colaboración que sigan enriqueciendo las experiencias educativas de nuestros alumnos de FP.
¡El futuro de la automatización está en buenas manos!