La semana pasada tuve el placer de visitar la sede del GIBAIX, la asociación empresarial más importante del sector de la energía —y especialmente de las empresas profesionales que la ejecutan— en la comarca del Baix Llobregat – Barcelona. Y he de confesarlo: salí de allí con una sonrisa de oreja a oreja.
Tuve el honor de hacer entrega de un ejemplar de mi libro “Construyendo Caminos Duales” al presidente del GIBAIX, Fernando Maldonado, y a su directora, Silvia Balcels, dos personas al frente de un proyecto que va mucho más allá de una simple asociación empresarial. Lo que vi y sentí durante la visita fue un auténtico ecosistema al servicio del sector, y por tanto, al servicio de la sociedad.
GIBAIX no solo representa a las empresas del sector energético del territorio; las acompaña, las asesora y las forma. Desde los requerimientos técnicos y normativos más específicos, hasta los grandes retos estratégicos vinculados a la eficiencia, la transición energética o la digitalización.
Pero si algo me impresionó especialmente, fue el enfoque en la formación inicial y continua de las personas. La apuesta del GIBAIX por capacitar y cualificar al talento que compone —y compondrá— la fuerza laboral del sector, es una muestra más de que estamos ante una organización viva, moderna y con propósito.
No hablamos solo de oficinas: hablamos de un edificio entero y espacios adyacentes plenamente dedicados a la energía, los fluidos y la infraestructura que hace posible nuestra vida diaria en hogares, edificios, industrias o entornos terciarios.
Y todo esto no sería posible sin un equipo humano comprometido, motivado y con visión, que trabaja cada día para anticiparse a las necesidades del sector y dar respuestas ágiles y efectivas.
Desde aquí, mi más sincera enhorabuena y agradecimiento a Fernando, Silvia y todo el equipo del GIBAIX. No solo por el recibimiento, sino por lo que representáis: una energía que va mucho más allá del voltaje.
