Esta semana he tenido la oportunidad de visitar el Centro de Formación Maristak Durango, en Vizcaya, y ha sido, sin duda, una súper experiencia.
Desde el primer momento, se percibe el compromiso del centro con la excelencia educativa, la innovación pedagógica y la formación práctica como eje fundamental de la Formación Profesional. Su modelo combina aprendizaje técnico, valores humanos y conexión con la realidad empresarial, lo que permite a su alumnado estar perfectamente preparado para los retos del presente y del futuro.

Agradezco especialmente a Daniel Irazola, su director, por la acogida, la cercanía y la energía que transmite en cada palabra y proyecto. Bajo su liderazgo, Maristak se ha consolidado como un centro referente en España, capaz de inspirar a toda la comunidad educativa de la FP.
Estas buenas prácticas, basadas en la colaboración con empresas, la actualización constante del profesorado y la apuesta por la tecnología y la sostenibilidad, demuestran que la FP es motor de cambio y progreso social.
Salir de Maristak es salir con la sensación de que el futuro de la educación técnica está en buenas manos.
¡Gracias por esta experiencia tan inspiradora!











