Antoni Ruiz

Cuando empresas, instituciones y centros educativos cooperan, la formación profesional se transforma en una oportunidad real para la sociedad del siglo XXI

El pasado 28 de julio de 2025 se materializó una acción que simboliza todo lo que he defendiendo desde hace años: la colaboración ordenada y eficiente entre empresas, instituciones y centros de formación como motor para impulsar una formación profesional de calidad, conectada con los valores de nuestro tiempo: la sostenibilidad, la eficiencia y la economía circular.

Coordinada por mí parte entre el departamento de Sostenibilidad de Teclisa y el centro de formación FP ISMAB de Barcelona, se realizó la donación de material procedente de la tienda de Teclisa en La Garriga, para que pueda ser utilizado en las prácticas de los alumnos de ciclos formativos.

Esta acción no es sólo un gesto solidario: es una muestra clara de lo que somos capaces de realizar cuando ponemos en común voluntades, recursos y una visión compartida del futuro. Porque cuando se trabaja desde la mirada experta, entendiendo tanto al mundo empresarial como al formativo, es posible construir puentes útiles y sostenibles entre realidades que, a menudo, avanzan por separado.

Como impulsor y coordinador de este proyecto, me reafirmo en mi compromiso: seguir trabajando para que la FP sea reconocida, conectada con el mundo profesional real y preparada para ofrecer a los jóvenes una salida digna, potente y adaptada al siglo XXI. Esta experiencia demuestra que puede hacerse. Que si se ponen en el centro a las personas, el aprendizaje y el planeta, todo el mundo sale ganando.

Gracias a Teclisa por creer en este proyecto, al equipo docente de ISMAB por su implicación y a todas las personas que han hecho posible esta acción de impacto.

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