Artículo publicado el 10.5.2022 en caloryfrio.com
Maximización de la vida útil, circularidad, desmontaje, desensamblado, reutilización, energización… son conceptos que abren la arquitectura y la construcción a nuevos escenarios. Demostrar que un edificio, según ha sido diseñado y construido, puede tener un impacto cero, puede dilatar su vida activa e incluso puede llegar a generar incluso nuevos modelos de negocio es la propuesta de los edificios sin impacto.
En el marco de la última edición de REBUILD 2022 hemos podido constatar que la transición para una construcción más sostenible ya está aconteciendo. La mesa redonda titulada “Edificios sin Impactos” en la que participaron Ana Quintas del Cradle to Cradle Products Innovation Institute, Xavier Aguiló Aran de BAC Engineering Consultancy Group y Manuel Lobo Parra de Finsa, que tuve ocasión de moderar, supuso una oportunidad para comprender definitivamente que es necesario nuestro papel como parte de la solución.
Solo juntos y de forma colaborativa será posible transformar la construcción. Es necesario, repensar cómo diseñamos, seleccionamos y especificamos productos para ser más sanos y seguros, más circulares, con carbonos positivos, producidos de manera más responsable y para ser creíbles y verificados. Es necesario que todos, desde formuladores de políticas, contratación pública, privados y toda la cadena de valor empecemos a adoptar medidas y soluciones algunas ya existentes, aunque sea lentamente, pero haciendo.
Es por tanto necesario preguntarse ¿cuáles son las principales motivaciones para que los fabricantes y la industria de la construcción en general construyan más sostenible y circular? ¿Cómo diseñar mejor y avanzar hacia una construcción circular? ¿Qué está pasando a nivel europeo? ¿Cuáles son los principales impulsores para diseñar mejor y avanzar hacia una construcción circular?
A mi parecer, y visto lo visto en la última edición de Rebuild, los fabricantes de materiales de construcción ya tienen la vista puesta en la circularidad de los materiales, sobre todo en el reciclaje y reutilización de subproductos, por tanto, se puede seguir avanzando en la circularidad de los productos de construcción.
Ya hemos visto que la madera tiene un ciclo circular, pensando en reciclaje de esta y en su valorización energética y esta podría ser también perfectamente reutilizable.
Por todo lo anterior podemos hacernos a la idea de que la teoría económica del sistema en el que vivimos está basada en la escasez de recursos, ahora ya somos conscientes, no sólo de su escasez, si no de su agotamiento. La construcción es una ávida consumidora de recursos naturales y energéticos por consiguiente, para los que aún tienen dudas al respecto, yo les pregunto ¿podemos seguir pensando en la construcción como hasta ahora?
La circularidad de los materiales, de la cuna a la cuna, con las tres erres: RE-UTILIZAR, RE-CICLAR, RE-VALORIZAR, es básica y necesaria a mi entender. Una posición que comparto con muchos de los profesionales con los que me relaciono, es que en la actual industria de la construcción falta:
- Un marco de valoración de impactos, transparente y fiable, que dé seguridad a diseñadores, promotores y usuarios.
- Encontrar las oportunidades de inversión que necesitaremos para poner en marcha la economía circular de forma eficaz, con impacto real en la economía.
- Capacitar a todo el sector en el diseño circular de los procesos.
Circularidad como único camino
Finalmente, como conclusión, la circularidad es el único camino para conseguir los objetivos 2030-2050 y que permitirá convertir el sector de la construcción en uno de los pocos sin impacto. Para ello será preciso un proceso de adaptación y de incorporación para que se pueda cerrar el círculo. Hoy en día, la industria tiene ya procesos preparados para su plena incorporación, el sector del diseño aun esta verde, pero las iniciativas tomadas por Europa están bien encaminadas. Pocos inversores o empresas constructoras tienen experiencia en ello, pero la administración no lidera o no ha tomado la delantera.
La conversión del sector de la construcción requiere de una gran implicación de la administración penalizando aquello que tenga un impacto negativo y favoreciendo aquello con impacto cero o positivo. Tasas, impuestos, gravámenes, subvenciones por un lado y pasaporte de materiales y edificios o certificaciones de circularidad de ciclo de vida, son acciones y estrategias que tomar por la administración para cambiar el sector.
Antoni Ruiz