Aunque ya han pasado muchos años, aún recuerdo cuando mi tutora -se llamaba Rosana- lanzó la pregunta al aire a los treinta alumnos que acabábamos de llegar a 5 º de Primaria: Y vosotros, ¿qué queréis ser de mayores? Ninguno dijo fontanero, ni instalador…
Casi siempre salían al unísono las mismas profesiones: ¡yo quiero ser médico!, ¡yo, abogada! ¡profesor!, ¡yo, bombero!, ¡futbolista!, ¡modelo!… y por no mencionar a los más valientes y aventureros que querían llegar a la Luna, convirtiéndose en astronautas.
¿Cuántos de vosotros tuvisteis claro desde pequeños que lo vuestro era la fontanería o la instalación de calderas o aires acondicionados? (Os leo en comentarios 👇)
Fontanería: ¿hay profesiones de moda?
¿Hay profesiones que ‘están más de moda’ que otras? Soy una firme defensora de que sí, las hay.
Prueba de ello es que éstas copan los medios de comunicación (informativos, programas de entretenimiento e incluso late night shows), el mundo cinematográfico y, hoy en día, plataformas como Netflix, Amazon Prime o HBO son las que las hacen más o menos efímeras.
¡Y si no que se lo digan a los cientos de jóvenes que, desde hace unos años, quieren ser influencers!
Por daros un dato y, aunque de momento no existe una formación reglada como tal, la Universidad Autónoma de Madrid ya cuenta, desde 2018, con un curso para ser influencer profesional. Este fue el primer curso universitario en la materia, junto a las múltiples formaciones no oficiales que ofrecen otras escuelas.
Seguro que la mayoría recordáis también series de gran popularidad como Médico de Familia, Hospital Central, Periodistas, Farmacia de Guardia, Policías en el Corazón de la Calle o Suits. Pero, ¿os viene a la mente alguna de este calado protagonizada por profesionales de nuestro sector?
Lo más reciente -que he encontrado ‘buceando’ por Internet- es un largometraje español titulado ‘Seis Días Corrientes’. ¿Cuántos de vosotros sabíais de su existencia?
¡Rompamos estereotipos!
Fuera de la gran pantalla, este verano, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 un fontanero australiano se hacía con la medalla de bronce en boxeo. Harry Garside daba a su país de origen su primera medalla en esa modalidad de los últimos 33 años.
Él mismo pronunciaba ante los medios de comunicación, que destacaban en titulares que era fontanero, que, tras su victoria, “volvía a su vida normal: a cambiar cañerías y tuberías en los suburbios de Melbourne”. “Regreso con las palas y los chicos. Hay que romper estereotipos”, puntualizaba este boxeador, fontanero y amante del ballet y el karaoke.
Sin embargo, ¿hace falta ganar una medalla en los Juegos Olímpicos para dar un poquito más de visibilidad al oficio?
Comunicación y ¡más comunicación!
Nos pese o no, hasta ahora, la profesión de fontanero o instalador de climatización, calefacción o gas no han sido profesiones de moda y, por tanto, atractivas para muchos jóvenes.
Y, aunque este no sea el objetivo en el sentido estricto de la palabra, ya que la moda siempre es pasajera, es importante subirse al tren que nos está ofreciendo la nueva revolución verde y de energías limpias que está llegando a nuestro país para darle visibilidad a estos oficios.
Porque para romper estereotipos solo conozco una forma: ¡comunicar y comunicar! A base de incidir de forma recurrente en un nuevo mensaje sobre la profesión y su prometedor futuro, y con el apoyo de todo el ecosistema, la tarea puede ser mucho más sencilla.
Comuniquemos de dentro hacia dentro y de dentro hacia fuera, pasando por todos los agentes que intervienen en la cadena: el Estado, las Comunidades Autónomas, los colectivos o asociaciones, las empresas, los profesionales y los medios de comunicación. Y, por supuesto, la Escuela.
Comunicar, desde hoy, desde la Escuela y a edades tempranas, puede ser la semilla para que dentro de un tiempo, cuando el profesor pregunte a los alumnos de su clase a qué les gustaría dedicarse, más de una pronuncie la deseada palabra: ¡yo, fontanero o instalador!